La Argentina, es mi país, un territorio y un alma.
Es
el pan que se endurece, y el vino que se derrama.
Es mi hogar, mi desatino, mi sueño, es mi hoguera.
Es el
rincón de mis muertos, y el
collar, que a veces, me aferra.
La Argentina es lo que siento, cuando el
mundo me enajena.
Es el corazón abierto, y las puertas que se
cierran.
Es un trigal deslumbrante, y una pena que
me ahoga,
Es el fruto de la huída y el encuentro entre las sombras.
La Argentina, es la distancia y el
silencio y la rutina.
Son las manos que te aprietan, y el pesar
que te domina.
Es el ayer que retorna, el mañana
venturoso, la ilusión
de un gran país, fantasma que nunca llega.
La Argentina es el ombú, el jacarandá,
y la selva, y tantas cosas más. …
Es el miedo y el placer, la cárcel y la
paloma.
Es una historia agridulce, el verso de
siempre y el desamparo
de sus héroes tan de carne, y sus
estatuas tan de mármol.
Me duele tu pena, y me emociona tu risa,
Argentina.
Me apaga tu fuego, y me enciende tu
calma.
Te quiero tanto país, te añoro, me
desesperas….
Quiero abrazarte, y no puedo, acusarte y
no debo.
Quiero perderme entre tu gente, y
cantarte con alegría.
Amanecer con tu sol, y dormirme entre tus
brazos.
Pero, a veces no estás, a veces me
olvidas.
Y escondes tu cara de alondra entre los
pliegues del día.
Te pido tanto, Te quiero tanto. Te
necesito tanto…..
¡Bendito sea tu nombre!
ARGENTINA
Silvio Lerer.
Querido Sivio, qué bello canto de amor a un país, a pesar de todo...
ResponderEliminarGracias por esta nueva puerta abierta a tus pensamientos.
Un abrazo fuerte,
María Merino