Buscando la paz en el medio del divorcio


En mis clases de capacitación continua en Mediación, suelo incluir diversos complementos pedagógicos y de reflexión,  a la teória destinadas a los profesionales en la materia, que incluyen diversos tipos de didácticas, textos, lecturas poemas, metáforas y el uso de la música como disparador motivacional.   Siempre he considerado que el desarrollo teórico debe tener suplementos vivenciales y emocionales que inspiren, entusiasmen y estimulen a los participantes, dando rienda suelta a la creatividad, y permiso a su sensibilidad.
Hace un tiempo di con un texto de la Profesora Brooke D.Goldfarb en la página de Mediate.com, una de los sitios web más importantes del mundo en nuestra materia, y procedí a su traducción del inglés y desde entonces suelo utilizarlo con mención de su autora, en los cursos y clases sobre mediación familiar.
El texto es de tanta belleza y sensibilidad que emociona y acaricia el alma.   La Profesora Brooke Deratiny Goldfarb,, su autora, es egresada de la Universidad de Virginia, y graduada con un Juris Doctor Degree de Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard, es mediadora familiar certificada y mediadora civil certificada de circuito, en ambos casos ante la Corte Suprema del Estado de la Florida,  EE.UU. . También es Árbitro calificada. Se ha especializado en la solución pacífica de los divorcios y de las separaciones, es fundadora y Presidente de la Peaceful Beach Mediation and Collaboration Inc,, miembro destacado de numerosas organizaciones sociales y como surge del texto adjunto una mujer de exquisita sensibilidad y compasión por el prójimo. A continuación el texto.

El amor nunca es un error
Por  Brooke D. Goldfarb , Mediate.com 13 de julio de 2011

"Cuando Uds. dos se unieron, eso era lo que debía ocurrir en ese momento.  No fue un error. Vuestros hijos no son un error.  La vida que Uds. dos construyeron juntos no fue un error.  Es hora de ir hacia adelante,  entonces vayamos, pero también honremos al pasado al mismo tiempo que encaramos el futuro “
Les digo eso a mis clientes cuando me vienen a ver por primera vez.  Simplemente siento en mi corazón que eso que digo tiene que ser verdad, y por eso me he sentido llamada a ser una pacificadora y también alguien que ayuda a sanar a las parejas que van a divorciarse  y es por eso que ya no puedo convencerme a mí misma de practicar la abogacía, Ya no puedo ser partidista.  Ya no veo la necesidad de la pelea.  Por suerte existen muchos abogados capacitados que pueden asesorar sobre sus derechos a las parejas que se divorcian Yo envío a la gente a  verlos a menudo, y que Dios los bendiga.  Su trabajo no es fácil.
En  lo que a mí respecta,  cuando una pareja se está divorciando veo muy claramente que lo que tengo frente a mi es una familia.  Inclusive si se trata de una pareja que no ha tenido hijos durante el matrimonio, los integrantes de la pareja fueron familia el uno para el otro.  Ellos compartieron sus vidas y su amor con el otro, no importa por cuánto tiempo haya sido.  Ellos aprendieron uno del otro. Son lo que son hoy en día porque cada uno entró en la vida del otro A pesar de dolor y sufrimiento que con intención o sin ella pudieron haberse causado entre sí, también hubo risas y alegrías.  Hay buenos y malos recuerdos, y si han tenido hijos todavía existen muchos recuerdos que pueden hacerse que sean especiales. Ellos les deben a sus hijos la delicadeza de honrarse y respetarse el uno al otro. Lo que quiero que las parejas sepan es que ellos estuvieron juntos por una razón. Que caminaron juntos por el mismo sendero por el tiempo en que lo hicieron  para crecer espiritualmente.  Si no me equivoco, muyos terapeutas indican que la gente se une para curar los dolores de la infancia y que la mayoría de ellos se casan con personas con las mismas características de sus propios padres.  Por ello incluso ahora en que la pareja se ha separado, siento una obligación moral de honrar, respetar y valorar al matrimonio incluso cuando se está terminando. Siento la fuerte necesidad de darles poder para que puedan seguir su camino en una forma madura y sana, ayudarlos a que se perdonen el uno al otro y que se perdonen a ellos mismos.
Al perdonarse el uno al otro, no solo se curan a si mìsmos sino que demuestran a todos un camino a la paz, porque el único camino hacia la paz, es hacer primero las paces con uno mismo.
Imaginen simplemente cómo sería el mundo si mucha más gente estuviere en paz con ella misma.  Qué pasaría si la gente no sientiese la necesidad de “castigar” al otro a toda costa por causas reales o imaginarias. Qué ocurriría si la gente pudiera dejar de lado su ego y en su lugar le dijera a su ex-pareja “Gracias por haberme enseñado. Gracias por ayudarme a crecer. Te deseo paz, amor y felicidad
Ojalá sea así   Adelante.  Adelante.  El amor nunca es un error.

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